"Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste".
Cuando Dios te quita aquello que tenías agarrado, El no está castigándote, sino simplemente abriendo tus manos para recibir algo mejor.
Concéntrate en esta frase:
Concéntrate en esta frase:
"La Voluntad de Dios no te llevará donde la Gracia de Dios no te proteja".
En varias de las actividades diarias de nuestra vida, esperamos siempre mucho más de los demás pero jamás hacemos un poco más de lo que está a nuestro alcance.
Esperamos que nos aumenten el sueldo pero sin mostrar que lo merecemos.
Esperamos un "te quiero" sin entregar un te quiero.
Esperamos que nos comprendan, perdonen y confíen sin comprender, perdonar y confiar.
Entonces:
¿Estamos poniendo de nuestra parte para alcanzar o lograr ese cambio en nuestra vida?
Si queremos que nos acepten tal y como somos tenemos que aprender a aceptar a los demás, no por sus defectos, sino más bien por sus virtudes.
Decía Noel Clarasó que el hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
Lo que deseamos, siento desalentar a quienes lo crean, no llega a nuestra vida porque si y al respecto de eso podemos engañarnos todo cuanto queramos.
Podemos quedarnos confortablemente instalados en el sofá, rumiando permanentemente la posibilidad de que algo acontezca en nuestra vida de forma natural y sorpresiva (milagrosa) y sin poner nada de nuestra parte, salvo quizá el ansioso deseo de tenerlo y ya veremos con qué resultado.
Podemos en voz baja o quizá en voz alta, ir repitiendo una letanía constante al respecto de lo que nos gustaría hacer o tener o cambiar, y quedarnos simplemente en ese rumiar improductivo.
En ese límite en el que tenemos suficiente coraje para desear (vaya por dios), pero no el suficiente para poner los medios e ir a por lo que deseamos.
No dejemos que la vida nos marque siempre sus reglas.
Impongamos también las nuestras a la hora de decidir lo que queremos hacer, cómo queremos hacerlo y cuándo debemos hacerlo.
Habrá que intentar alternativas diferentes, si hasta hoy no hemos obtenido resultados en la búsqueda de nuestros objetivos y no clamar vanamente por nuestra mala fortuna. Digo yo.
Si no hemos llegado al lugar donde está lo que queremos, será o porque allí no está y habrá que buscar en otra parte o porque lo que hemos hecho hasta ahora no nos ha servido para llegar.
Sólo queda o cambiar de destino o cambiar de táctica.